La asertividad para gestionar el estrés
Siempre oímos hablar de las herramientas que nos ayudan a gestionar el estrés, pero es común no saber cuáles son concretamente. Hoy nos vamos a centrar en la asertividad.
Agresivo, pasivo o asertivo
Las personas se pueden clasificar según su temperamento en 3 categorías: pasivo, asertivo y agresivo. Las personas pasivas suelen ser indecisas, con poca iniciativa y rara vez consiguen lo que quieren. Basan su conducta en los deseos de los demás. Estas personas están muy predispuestas a sufrir estrés.
Las consideradas personas agresivas casi siempre consiguen lo que quieren, mediante métodos hostiles para la gente para hacer prevalecer su opinión a toda costa.
Las personas que clasificamos como asertivas son aquellas que defienden sus derechos de manera clara y directa, mostrando siempre respeto a los demás.
Según tu temperamento puedes ser pasivo, agresivo o asertivo.
¿Como evitamos el estrés con la asertividad?
La asertividad es la postura más adecuada, ya que en casi todas las situaciones nos ayuda a evitar el estrés. Estas son algunas de las razones por las cuales evitamos el estrés con la asertividad:
1. Evitamos conflictos innecesarios con sinceridad
2. Nos respetamos a nosotros mismos
3. Hacemos respetar nuestros derechos
4. No aceptamos situaciones comprometidas o que nos disgusten
5. No nos sobrecargamos de tareas o trabajo
6. Llegamos a acuerdos en los que las dos partes se beneficien
7. Entendemos y compartimos nuestros límites y los ajenos
8. Pedimos ayuda cuando la necesitamos
9. Los demás se sienten relajados con nosotros
10. Recibimos respeto porque lo damos
Las personas asertivas evitan los conflictos.
Si cumplimos con este comportamiento, nuestro estrés se verá reducido ya que la mayoría de causas quedarán resueltas a diario y sin esfuerzo. Hay que hacerlo de un modo relajado y sin sentirse mal, con una actitud abierta y una escucha comprensiva ante la posibilidad de un conflicto. Lo más importante de esta lista es respetarnos y no fallarnos a nosotros mismos: practicar lo que consideramos integridad, hacer lo que quisiéramos que hicieran con nosotros, evitar los engaños y las mentiras que son una fuente de estrés y pérdida de autoestima.
Concha de la Torre
Psicóloga Clínica
Creadora y directora del programa DIESTRES